martes, 24 de abril de 2012

Champions League 2012: El Barcelona pierde la corona y completa una semana trágica

Los azulgranas no pueden pasar del empate (2-2) ante el Chelsea y se quedan fuera de la final de Múnich

Andrés Ramos
miércoles, 25 de abril de 2012, 00:17
 Madrid.- Nadie dijo que el fútbol fuera justo. Un ultradefensivo Chelsea ha logrado el pase a la final de Múnich tras empatar (2-2) ante el FC Barcelona en el partido de vuelta de semifinales de la Champions League 2012. Los azulgranas fueron dueños absolutos del balón, jugaron la mayor parte del choque contra diez e incluso fallaron un penalti -Messi lo estrelló contra el larguero- pero dos goles de los ‘blues’- hoy de blanco- en el descuento de cada parte dejan sin posibilidad de revalidar su título de campeón de Europa a los de Guardiola, que en tres días pierden la Liga y la Champions.
Bien es verdad que en los dos encuentros ha sido infinitamente superior al conjunto inglés, pero la falta de frescura de sus hombres clave y un juego muy previsible les ha acabado por apartar de una final que ya no será entre dos equipos españoles. El Chelsea, con orden defensivo y una buena dosis de buena suerte, ha tumbado al campeón y ya espera rival para el 19 de mayo. El Real Madrid o el Bayern de Múnich se convertirá mañana en su pareja de baile.
Cuesta creer que el Barça no haya logrado la clasificación. Sobre todo viendo lo de cara que tenía el partido en la primera parte. Busquest hizo el primero en el minuto 35 tras culminar a puerta vacía una buena acción de Cuenca, titular de inicio. Sólo ocho minutos después, en el 43, Iniesta rememoraba el ‘Iniestazo’ de 2009 en Stamford Bridge con un disparo ajustado.
Todo eran buenas noticias, ya que antes del segundo, el Chelsea se había quedado con un hombre menos por expulsión de su capitán, John Terry, quien de manera absurda, innecesaria e inexplicable en un jugador de su experiencia propinó un rodillazo por detrás a Alexis Sánchez. Antes, Piqué, que esta vez sí fue titular, dio el susto al quedar semi inconsciente tras un choque con Víctor Valdés. El central fue sustituido por Alves y trasladado al hospital para someterse a pruebas.

El Barcelona había traspasado por partida doble el muro planteado por Di Matteo, pero, como ocurrió en la ida, un gol en el añadido de la primera mitad complicó y mucho las cosas. Si Drogba -espectacular en derroche físico y un peligro constante durante toda la eliminatoria- amargaba el camino a los vestuarios de los culés hace seis días en Londres, ahora era Ramires, de preciosa vaselina, el que dejaba al Barça herido en tiempo psicológico.
A los azulgranas les tocaba seguir remando tras la reanudación, pero las fuerzas y clarividencia de otras citas ya no estaban de su lado. Posesión, posesión y más posesión, pero muy poco peligro. Así y todo pudo marcar el tercero en un penalti cometido por Drogba sobre Cesc, pero Messi, muy apagado durante todo el choque, lo mandó al larguero. El propio argentino se estrellaría contra el palo en otra de las escasas ocasiones que concedió el Chelsea en esta segunda mitad.
MESSI FALLA UN PENALTI Y TORRES PONE LA PUNTILLA

Y con el Camp Nou entregado y el Barcelona volcado y desesperado, Fernando Torres, que había entrado en la recta final, abandonó por un momento su casi posición de lateral izquierdo para acabar de matar a los azulgranas, otra vez al filo del descuento. El delantero español se quedó solo ante Valdés y le dibló para hacer el segundo llevando así el éxtasis a los ‘blues’, que difícilmente podían creer que hubieran logrado el objetivo. "El fútbol es así, no siempre el mejor equipo gana, pero estas son nuestras armas", decía Torres al terminar el encuentro.
Empate amargo para un conjunto azulgrana que perdona demasiado en el área rival para lo mucho que llega y concede demasiado en la propia para lo poco que le llegan. Nadie había conseguido revalidar título con el actual formato de Champions y tampoco lo hará este año el Barça. El Chelsea buscará su primer título en la máxima competición continental en la que será su segunda final. Real Madrid y Bayern se frotan las manos. El que venza mañana será muy favorito.